viernes, 12 de marzo de 2010

Detour-ish (A Teaser)

INT. HOTEL ROOM - BATHROOM - NIGHT

The ash tray is filled with ashes and two cigarette butts. Laura puts her lit cigarette on the ash tray. She’s looking at herself on the mirror. She grabs her tit and releases it and watches how it hangs down. She looks at her ass, her big ass. She then touches her thigh and blows the smoke on the cellulite. She’s sad.


Eddie is BANGING at the door, telling her that it’s ok, they should go back to the bar and have some more drinks.

INT. HOTEL ROOM - NIGHT

Eddie is sitting on the edge of the bed, in his briefs, having wine. Laura steps out of the bathroom, looking far sexier and “younger.” She grabs her purse, and steps out of the room.


EXT. DOCK - NIGHT

Tomás and Tambor are setting up the little boat to leave the island. They are carefully putting the instruments in the boat. Tomás asks Tambor about Piojo. He answers that he hasn’t seen him in a while, that maybe he had to go jerk it off. Tomás laughs.

Tambor asks him if he saw the beautiful gringa that was sitting near the stage. Tomás nods, and mocks him about his lack of skill to handle a woman like that. Speaking of the devil, Tambor points to the beach. It’s Laura, lighting a cigarette.


EXT. BEACH - NIGHT

Laura shakily lights her cigarette. She SOBS. She represses a deep anger, an old sorrow. She just SOBS. She can’t cry. Tomás gently asks if she’s OK, if he can help her in anyway.

Laura is shocked. She thought she was alone. She’s embarrassed. She flees. Tomás asks her again if everything’s all right.

No answer.


...

lunes, 8 de febrero de 2010

Un Tambor Diferente

Cuando regresé del bar de mala muerte al que me metía automáticamente todos los viernes al dar las 4:05 de la tarde, la encontré en el umbral de mi crisis. Todo me parecía contradictorio. Si mi predisposición a cogerme al mundo me indicaba que simplemente me la cogiera, ¿por qué dudé? La conciencia nunca ha jugado un rol importante en mis decisiones impulsivas. Mi cuerpo, en su balance y armonía natural me da señales... ciertos impulsos.

Lo que la mayoría de la gente consideraría acciones impulsivas, acciones sin pensar, yo las considero acciones instintivas. Y es justo darle la razón a tu instinto. No quiero minimizar la importancia que tiene el cerebro, el pensamiento lógico. Pero existen más cosas. El problema es que el hombre insiste en sintetizar: entre menos, mejor. Si entiendo algo, ahí me quedo. Las zonas de confort, que les llaman.

En fin, el chiste es que no me la cogí. No seguí mi instinto, y sí seguí ciertos... lineamientos... ¿morales? Siempre me he quejado de la moral. Me parece una gran mentada de madre a las mentes y percepciones modernas, tener que sentirnos atados a mandamientos de sociedades del pasado. Sociedades que poco o nada tienen que ver conmigo. Pero no importa mi postura intelectual ante ella. Me atacó. Duro.

Le pedí -con esa vaga idea que tengo de lo que es ser un caballero- que se retirara. No tenía interés en tirármela. Había algo muy sucio en la idea de tener sexo con una... muerta... no-- no me juzguen. No es algo literal, a lo que me refiero es que se sentiría muerto, vacío. No sé. Creo que no tiene que ver ni mi cuerpo ni mi mente, ni nada metafísico en mi decisión y cambio. Es una tercera persona.

Se llama Cathy.

Me sacó de mi zona de confort.

lunes, 18 de enero de 2010

Regresiones

¿Te acuerdas de aquel anciano de mirada nublada? Aquel viejo que tartamudeaba cada que te nombraba. Aquel señorón cuya piel arrugada te enseñaba, centímetro a centímetro, una historia llena de luchas, alegrías, frustraciones, amores, bosques, mares y frutos. Aquel viejo que alguna vez fue joven y al que tomaste de la mano para apoyarte y no caer. Ese hombre que al menos en alguna ocasión consideraste tu héroe. Al que a veces no veías durante el día, y simplemente te resignabas a soñarlo durante la noche.

Esa persona amable y tierna, a la que ignoraste la mayor parte de tu vida. A la que negaste. ¿Te acuerdas cuando ibas a secundaria, o prepa? ¿Te acuerdas cómo te sonrojabas de pena... PENA... porque tus amigos te vieran al lado de aquel gran hombre? Ahora sólo te queda recordarlo, y lo lloras, platicas de él, quisieras tomarlo de la mano y que todos te vieran a su lado.


Pero esas joyas son perecederas. Las cosas que importan, que valoramos y a las que más nos aferramos están destinadas a dejar de existir físicamente. Y tú eres un excelente ejemplo de esta eterna ironía. El humano como eterno adolescente, que no sabe lo que quiere, y nunca aprende a valorar. Qué historia tan triste la del padre que siempre está ahí para sus críos, incluso cuando esos críos no quieren saber nada del padre. Es un camino "natural" muy injusto y muy duro. Porque son las personas a las que sólo les quedan sus canas, sus arrugas y su laberinto de memorias aleatorias y fantásticas, las que al final se quedan solas.

Y veo a los viejos. Aquellos hombres tras cuya mirada nublada, se esconden gritos desgarradores que claman por compañía... por la no-anulación. No quiero ni imaginarme los recuerdos, reproches, lamentos y llantos, que se guardan en su lecho de muerte, cuando están rodeados de rostros y siluetas que ahora batallan en descifrar. Han de llorar en silencio. Llorar tras un semblante de paz.

Y tú, como parte de esas caras indescifrables e irreconocibles, sólo observas con incredulidad como algo que parecía eterno, se agota pausadamente, al ritmo del temblor errático de sus manos. Y es en esa ironía final cuando, si prestas atención, podrías escuchar un susurro espectral, lleno de calma, que te dice: "me has tenido durante años... ya no te tortures... tómame la mano y estaremos en paz."
______________________________

A mi padre,
""""""
Dijo Leonard Cohen que
"la poesía es la evidencia de la vida; si tu vida arde bien, la poesía son las cenizas"

Nunca te he negado, nunca me has apenado, siempre te he admirado.
Pero no puedo dejar de sentir que te debo tanto.

Ojalá que no existan momentos finales cargados de culpas o reproches.

Te amo, te respeto, y agradezco todo lo que has sacrificado por tus hijos,
las cenizas de tu vida, los poemas de un idealista y soñador.