viernes, 20 de noviembre de 2009

El Hombre Que No Ha Conocido A Nacho Vegas

Después de mucho pensarle, ya me aventé al ruedo. Tenía que vomitar sobre esto. Me tomo la libertad de hablar sobre música, aunque no sé nada de ella mas que lo que me dicta el oído, el cerebro (o eso que mi cráneo proteja), el corazón y la tripa. Aphex, en cualquier momento que lo creas conveniente, corrígeme en tu blog. Tambor, Esquer, Karnal... disculpen si les fallo.

Creo que son pocas veces en la vida que uno se enfrenta a revelaciones de cualquier tipo. En este caso la revelación ocurrió hace rato... y fue musical. Especialmente en una generación como la nuestra, en la que por más que se le quiera etiquetar es inetiquetable simplemente porque no hay identidad cual ninguna. En esta crisis generacional que roba, que pide prestado, o que simplemente refritea manifestaciones culturales del pasado, a veces el cantautor (para mí, combo necesario), sale a flote con un estilo frankensteinianamente único.

Ese cantautor, salido de los inframundos de nuestra generación, no es Mexicano ni mucho menos gringo... es de la tierra de Sabina y se llama Nacho Vegas.

Lo escuché primero en alguna peda junto a mis tres hermanos. La canción: Gang Bang; el disco: Freak Show, de Enrique Bunbury. ¡¿Neta?! Acordeón, vals, lo burlesque, el neón, la noche. La canción era a duo con Enrique Bunbury, al que también creo un monstruo totalmente subestimado.

Y ese contraste de voces y su perfecto acomodo en las estrofas fue estrujante. Fue un sentimiento parecido a la primera vez que escuché Esa Noche de Cafe Tacvba, pero también a la primera vez que escuché a Regan hablar con voz endemoniada en El Exorcista. Era ese yo interior de un personaje muchas veces visto en grandes películas. Quedándonos en la comparación con películas... Gang Bang es Music Noir.

Nacho Vegas es como el hijo perdido de Chavela Vargas. Mientras ésta llora y sufre sin tapujos, a carne viva, en un folk Mexicano sutilmente profundo, Vegas reprime el grito y su voz sale como un llanto leve... como un lamento espectral de noche, a la distancia, que está ahí por el simple hecho de lo inevitable... para ver quién escucha.

Nacho Vegas es folk. Es regresar a la música por urgencia. No es música ornamental. Tiene de trovador lo que Sabina tiene de rockero. Su disco compartido con Enrique Bunbury, El Tiempo De Las Cerezas, es una obra de arte de lo bohemio, lo cabaretero, la pena, el alcohol... la noche. Un hermano dijo, muy pedo ya, que éste disco es tan especial y único, que si pones a Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band al lado, no sabes a cuál irle. En ese momento le dije que fuera más mesurado en sus palabras... pero los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, y mi hermano es ambas cosas.

Vegas es tan especial y tan cojonudamente crudo que resuena en diferentes fibras del humano, haciéndolo brillar con luz propia y nunca siendo eclipsado por nadie.

Una de las cosas que me llama mucho la atención de Nacho Vegas es que sus canciones, como las de Sabina, Cohen, Dylan y Pink Floyd, son películas en sí solas. Cuentan historias, y entre tres y cinco minutos, te llevan por una montaña rusa emocional que pocos artistas logran hoy en día. Y lo más fuerte de esto, es las personas con las que se podrían identificar dichos monstruos mitad canción, mitad película.

Nacho Vegas llega a las pasiones humanas desbordadas como Cronenberg y Aronofsky en la misma Gang Bang y en Canción De Isabel; llega a los mundos sexual y espiritualmente violados como Almodóvar en la grandiosa Historia De Un Perdedor y la alucinante Mi Marilyn Particular; llega a texturas humanas muy profundas, maquilladas por una capa exterior muy fácilmente confundida con banalidad, al igual que Billy Wilder, en canciones como El Cazador, y El Hombre Que Casi Conoció A Michi Panero.

A Vegas lo conocí por Bunbury, y cuando sacaron el disco juntos, ese disco que quedará dentro de mi top 10 para la posteridad, me enamoré inmediatamente de sus creaciones. Es inmediato, es urgente y es extraña, clásica y genuinamente talentoso.

"¿No veis que yo le rezo a un dios, que me prometió,
que cuando esto acabe
no habrá nada más?
¡fue bastante ya!"

-Nacho Vegas, El Hombre Que Casi Conoció A Michi Panero

1 comentario:

  1. "El Hombre Que Casi Conoció a Michi Panero"... mi favorita ;)

    Definitivamente no pudiste describir mejor a este hombre... creo yo.
    Y luego su "performance" en escenario. Se me hace bien interesante cómo pareciera que tiene un pánico escénico inmenso que de hecho termina ayudando aun más a que sus historias musicales se cuenten y se sientan. Si escucharlo es un viaje, verlo es un plus.

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